Dime, ¿eres feliz? A veces no entiendo este mundo en el que vivimos y siento que caigo y caigo, que me engulle un abismo tan profundo que ni la luz deja entrar.
¿Qué necesitas? ¿Por qué no eres capaz de llenar ese vacío? ¿por qué está para ti tan lejos esa superficie en la que yo te espero? ¿Qué te hace caer y caer? ¿Qué es lo que te pasa?
Lo cierto es que no lo sé, no lo sé, o quizás lo sepa demasiado bien, tal vez siempre lo he sabido con claridad y eso me dé miedo. Puede que eso no esté mal pero es algo que no he sido capaz de afrontar. ¿Qué pasa si nadie me da rescatado de mí mismo?
¡Yo quiero rescatarte! ¡No desista! ¡Yo te sigo esperando!
Coge mi mano, sigue mi voz, abre los ojos y mira de frente a la realidad, aquí estoy yo, ya no estás solo, yo no te voy a abandonar.
Tinta en los dedos 