Hace tiempo que no sé cómo funcionan las cosas o, quizás, es todo lo contrario, lo sé demasiado bien pero me gustaría estar equivocado.
Tiempo atrás me llamaron genio pero el genio está terminado, ya no confía en su talento ni sabe si alguna vez ha destacado.
Estoy a punto de mandar todo a volar por los aires, a acabar con este sufrimiento eterno y avanzar hasta el destino más negro. Pero no soy capaz, o soy muy cobarde o soy demasiado valiente.
Por todo eso me voy, necesito encontrarme en otro lado, encontrar todo aquello que un día fui y ahora he olvidado.
No tengo nada que llevarme, sigo vacío, pensé haber llenado mi corazón de razón pero me tendió la vida una nueva emboscada.
Al final, aunque lamente decirlo, este mundo no es cómo nos habían contado y somos demasiado tontos y demasiado egoístas para poder cambiarlo.
Me voy para no volver, me voy para olvidar que hace tiempo que no tengo un día sin miedo.
Tinta en los dedos 