Qué suerte hablar y que otra persona ya sepa lo que vas a decir, que suerte es sentirte comprendido sin ni siquiera tener que decir nada, que suerte es encontrar a quién comprenda tus silencios, al que siga tus pensamientos, al que comparta contigo todos tus sueños.
Empezar una historia para poder algún decir, que la moraleja fue tener un final feliz, comenzar a escribir estas líneas sonriendo al sentir que con tu alma gemela al lado nunca dejarás de ser feliz.
Comienza un episodio, la búsqueda se acaba de iniciar, si la encuentras no la dejes escapar, un alma gemela no es fácil de buscar, o sea que no te rindas, inténtalo sin parar. Mira siempre al frente, busca y busca sin cesar, el motivo es suficiente para no desalentar.
Todo empieza siendo sinceros, sigue con la lealtad para crear esa confianza que te cuide en cualquiera lado, hablar de cualquiera cosa y no cansar, hacer proyectos sin pensar y nunca dejar de aprovechar cada segundo con él o ella.
Tinta en los dedos 