Quedé hecho una mierda después de lo que pasé contigo. Me ha costado un mundo volver a sentirme bien y empezar de cero.
Por fin he aterrizado tras tanto tiempo porque los dos fuimos de volar y ahora se siente extraño volver a caminar sin más.
Hoy he recordado que ha pasado otro año y las cicatrices se van cerrando, aunque pensase que no lo harían jamás.
He recogido la foto que tenía contigo en mi salón y no sé dónde ponerla, porque, aunque me dueles, es cierto que te prefiero no tenerte que olvidar.
Sigue estando en mi vida porque no quiero renunciar a todo lo bueno que me hiciste sentir, no obstante, comprende que a veces me duela verte hacer planes como si nada hubiera pasado ayer.
Algún día tendremos que hablar de todo lo que pasamos y tendrás que escuchar lo que yo sentí, eso que nunca te paraste a pensar.
Tinta en los dedos 